Tel Aviv, Palestina
(con informes de UNRWA, Al Manar, PRISA, Al Yazira, Der Sturmer, Rebelión, France Press)
Sabios científicos de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), UNESCO, el PSOE, Hezbalá, y de las ONG de Durban, han anunciado hoy que han sido hallados los restos más antiguos de mahometanos en la cueva Quesem, cerca del aeropuerto Abú Nidal de Tel Aviv en la entidad sionista.
Los restos, de 400.000 años de antigüedad, duplican la edad de los más viejos hasta ahora encontrados de la especie sapiens, y son la prueba de un genocidio de caníbales judíos contra los pacíficos muyaidim de Mohammed que habitaban el justo y próspero reino de Palestina, aunque es sabido que judíos no había en la región, sólo en América y Rusia de donde llegarían un día para levantar el Muro de la Vergüenza, y transformar 400.000 años de paz y justicia en un gran campo de concentración, donde los árabes sufren y sufren en medio del silencio mundial.
Lo que son los dientes que aparecieron en la cueva muestran la perfidia de los odontólogos judíos argentinos que invaden los países, desde Al Andalus a Palestina, para arrebatárselos a los palestinos y cobrarles por ello un riñón.
Hay evidencias de que se lo hacían a la sofisticada gente de la umma sin anestesia, o algo, ni a la hora de la extracción ni a la de presentarles la factura.
Se ha podido recuperar una kefiah en el lugar, aunque hay cierta controversia, unos dicen que era del imam Moisés, o del emir Daud (David), otro que es la que usa el aliado Zapatero de Troya (por el caballo), pero ha desaparecido antes de que se la pudiera islamizar al Carbono 14, así mismo había colillas que demuestran que los racistas hebreos fumaban cuando arrancaban las muelas de los hombres (y las mujeres) de palestina, para transmitirles el cáncer.
Nuestros sabios seguirán laborando, como hiciera el jeque Omar en la Biblioteca de Alejandría, y los que encontraron los Manuscritos del Mar Muerto, que tan bien ardían.
Sabios científicos de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), UNESCO, el PSOE, Hezbalá, y de las ONG de Durban, han anunciado hoy que han sido hallados los restos más antiguos de mahometanos en la cueva Quesem, cerca del aeropuerto Abú Nidal de Tel Aviv en la entidad sionista.
Los restos, de 400.000 años de antigüedad, duplican la edad de los más viejos hasta ahora encontrados de la especie sapiens, y son la prueba de un genocidio de caníbales judíos contra los pacíficos muyaidim de Mohammed que habitaban el justo y próspero reino de Palestina, aunque es sabido que judíos no había en la región, sólo en América y Rusia de donde llegarían un día para levantar el Muro de la Vergüenza, y transformar 400.000 años de paz y justicia en un gran campo de concentración, donde los árabes sufren y sufren en medio del silencio mundial.
Lo que son los dientes que aparecieron en la cueva muestran la perfidia de los odontólogos judíos argentinos que invaden los países, desde Al Andalus a Palestina, para arrebatárselos a los palestinos y cobrarles por ello un riñón.
Hay evidencias de que se lo hacían a la sofisticada gente de la umma sin anestesia, o algo, ni a la hora de la extracción ni a la de presentarles la factura.
Se ha podido recuperar una kefiah en el lugar, aunque hay cierta controversia, unos dicen que era del imam Moisés, o del emir Daud (David), otro que es la que usa el aliado Zapatero de Troya (por el caballo), pero ha desaparecido antes de que se la pudiera islamizar al Carbono 14, así mismo había colillas que demuestran que los racistas hebreos fumaban cuando arrancaban las muelas de los hombres (y las mujeres) de palestina, para transmitirles el cáncer.
Nuestros sabios seguirán laborando, como hiciera el jeque Omar en la Biblioteca de Alejandría, y los que encontraron los Manuscritos del Mar Muerto, que tan bien ardían.
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