Mariam Al Mansouri,
de 35 años, es la abanderada de las mujeres que combaten a los
terroristas del Estado Islámico. La tradición dice que si son muertos
por una mujer van al infierno
Una mujer piloto dirigió el escuadrón de
la aviación de Emiratos Árabes Unidos que bombardeó posiciones del
grupo Estado Islámico (ISIS) en Siria, informaron fuentes vinculadas a
las operaciones.
Mariam Al Mansouri se convirtió en la
primera en conducir un cazabombardero F-16 en el país. Es musulmana
practicante y combate usando la hiyab. Es piloto desde 2007, cuando se
graduó del colegio de aviación de Abu Dabi.
Pero su historia no fue fácil. Emiratos
Árabes es un país fuertemente conservador, donde las mujeres están en
gran medida apartadas de la vida pública, y durante muchos años no estaban autorizadas a ser soldados.
“Tuve que esperar casi 10 años para que tomaran la decisión”, contó Al Mansouri a CNN.
“Estamos en una zona caliente, así que
tenemos que preparar a cada ciudadano. Todos somos responsables de la
defensa de la nación, hombres y mujeres. Cuando llegue el momento, todos se sumarán”, agregó.
Su caso sirvió de inspiración para
otras, que también quieren sumarse a los ataques a las posiciones de
este grupo extremista, que controla gran parte de Siria e Irak.
Luego de que se conociera la historia de Al Mansouri, Arabia Saudita siguió el ejemplo de Emiratos Árabes y divulgó las fotografías de ocho pilotos. Entre ellos hay mujeres y personas muy reconocidas, como el príncipe Salman ben Abdul Aziz.
Las soldados femeninas son una doble
amenaza para los terroristas islámicos. No sólo porque muchas veces
están más entrenadas que los hombres, sino porque están convencidos de
que si los mata una mujer, en lugar del paraíso, irán a parar al
infierno.
Esa creencia incentivó a muchas kurdas a
sumarse a la lucha por resistir el genocidio que intenta llevar
adelante el ISIS contra ellos.
Las mujeres han combatido junto a los hombres en las filas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) para arrebatar el monte Majmur, en el norte de Irak, al Estado Islámico. Por el trato que los yihadistas les dan, esta lucha se ha convertido en algo muy personal para ellas.
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